Ahorrar e invertir inteligentemente

Ahorra y aprende a invertir tu dinero inteligentemente

Invertir tu dinero es una de las mejores formas de crear tu propia riqueza y de ahorrar para lograr tus objetivos. Pero como los objetivos y preferencias de la mayoría de las personas son únicos, la forma de invertir varía. Construir una estrategia de inversión suele basarse en los mismos principios básicos y requiere crear buenos hábitos financieros.

 

Establece tus objetivos para poder invertir

El primer paso de cualquier plan de inversión es fijar objetivos. Piensa en esto como si fuera un viaje en carretera: tu objetivo es llegar a un destino final, y el plan de inversión es la ruta que tomarás para llegar a él. Muchas personas empiezan a invertir para ahorrar para cuando se jubilen. También puedes invertir para ahorrar para otros grandes objetivos, como la educación de los hijos, futuros gastos médicos o el pago inicial de la casa de tus sueños.

Empezar por lo sencillo es lo mejor. Muchos expertos en finanzas aseguran que la mejor estrategia es la aburrida. Eso suele significar investigar y comprar una acción o un fondo y dejarlo crecer durante mucho tiempo.

 

Tipos de inversión

Primero, debes saber qué tipo de inversiones existen y lo que puedes esperar de ellas.

Acciones

Una acción es una parte del capital de una empresa. Algunas acciones no están a disposición del público (acciones privadas), mientras que muchas otras cotizan en la bolsa de valores. Las empresas venden acciones para recaudar fondos para gastos operativos y de capital.

 

Fondos

Algunas de las inversiones más populares del mercado son los fondos, que combinan muchas acciones o bonos (o ambos). Éstos son los principales tipos de fondos:

  • Fondos de gestión pasiva: Un conjunto de inversiones que sigue pasivamente un índice de mercado concreto, como el S&P 500 o el mercado bursátil total.
  • Fondos gestionados activamente: Aquellos en los que el gestor selecciona las participaciones, a menudo con la esperanza de batir la rentabilidad general del mercado.
  • Fondos cotizados: Son similares a los fondos indexados o a los fondos de inversión. Sin embargo, los ETF pueden negociarse durante y después del horario de negociación, mientras que los fondos indexados y los fondos de inversión no.

 

Conoce los niveles de riesgo

Un bono es un tipo de título de deuda que permite a las empresas y a los organismos públicos pedir dinero prestado. Una forma de hacerlo es vendiendo un bono. Algunos bonos tienen un valor nominal y un tipo de interés (llamado “cupón”). El tipo puede ser fijo o variable. El interés se paga durante la vida del bono (a menudo dos veces al año). Después, cuando el bono llega a su vencimiento, el emisor le devuelve el importe principal.

Siempre que inviertas, asumirás un cierto nivel de riesgo. Asegúrate de que, cuando empieces, comprendas el riesgo que conlleva cada activo.

 

Cómo configurar tu cartera para reducir el riesgo

Lo primero que debes tener en cuenta al elegir tu asignación de activos es tu tolerancia al riesgo. Esto es lo dispuesto que estás a perder dinero a cambio de una posible mayor recompensa. En la mayoría de los casos, existe una correlación entre el riesgo y la rentabilidad de una inversión. Cuanto mayor es el riesgo, mayor suele ser la rentabilidad. Las inversiones de menor riesgo suelen tener menores rendimientos.

Cada persona tiene su propia tolerancia al riesgo. Es importante que construyas una cartera de inversiones con la que te sientas cómodo. Tenlo en cuenta a la hora de elegir tus activos.

 

Diversificación

La diversificación consiste en repartir tu dinero entre distintos tipos de inversión. Cuanta más diversidad haya en tu cartera, menos repercutirá el rendimiento de una sola inversión en el resto.

La primera forma de diversificar es invertir en distintas clases de activos. Por ejemplo, puedes invertir en acciones, bonos, inmuebles y equivalentes de efectivo para asegurarte de que tu dinero no está en una sola clase. De este modo, si el mercado de valores va bien, pero el mercado de bonos va mal, tu cartera global seguirá creciendo.

La otra forma de diversificar es dentro de una misma clase de activos. Por ejemplo, puedes invertir en muchas acciones diferentes o en un fondo índice bursátil, en lugar de comprar acciones de una sola empresa.

 

 

 

Sea cual sea tu estrategia de inversión, los expertos suelen recomendar mantener al menos una parte del dinero en efectivo o equivalentes. Esto se debe a que el efectivo no responde a las caídas del mercado. Si estás ahorrando para un objetivo a pocos años, no tendrás que preocuparte de perder tu inversión justo antes de necesitarla.

 


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